viernes, 18 de mayo de 2018


PASTEL DE NUECES (POTICA)
Conozco Eslovenia desde la época del régimen comunista. Con una gente amable y unos bien provistos mercados, principalmente en Liubliana (Liubliana), la capital, una ciudad verde- incluso demasiado, para mi gusto! -. Envidio este país, con menos habitantes que Cataluña, consiguió su independencia en 2004, aunque bajo el régimen comunista su lengua era respetada-, no exactamente como por estos lares. Del país me sorprendió. Esto se refelejaba en los mercados locales, donde se vendían bonitos objetos tradicionales hechos en madera de los que todavía conservo algunos. Y de entre estos árboles, destacan los nogales, que dan las nueces utilizadas en la pastelería local. En uno de estos mercado, en Celje, conocí a Janez, que me llevó a conocer a su madre, que era famosa entre los vecinos por su Potica o pastel de nueces. Me enseñó el viejo molde de barro con que lo hacía, y me aseguró que de esta manera era cuando salía mejor. Esto me recordó el pâo de ló, un bizcocho portugués que también se hacía con moldes de cerámica y cuando dejaron de utilizarse me parecía que no tenía la misma calidad. Lo viví, con dolor, en la Pastelaria A Suiça, de la praça do Rossio.
El potica se suele presentar en forma de un roscón alto- como la de la madre de mi amigo-, como un kugelhopf (molde alemán, austriaco, bohemio, etc. con un agujero en medio) o en forma de brazo o rollo. En todos los casos, dado que la masa se ha enrollado, cuando se corta tiene un bonito aspecto, con las capas redondas de masa y relleno. El que comí, con un café, combinaba el sabor de las nueces con la miel, y era realmente  delicioso.Me dijeron que el nombre venía de una palabra eslovena que significa "envolver" o "enrollar".
El potica, en Eslovenia, es considerado un símbolo nacional, e incluso se ha propuesto que Europa lo reconozca como Patrimonio inmaterial. Originariamente se hacía en Semana Santa y Navidad, pero ahora se encuentra todo el año, incluso en forma de pequeños pasteles individuales que encuentras en las pastelerías. Con disculpas al balkawa, creo que es uno de los pasteles de nueces mejores que he comido nunca.
Lo más corriente es el relleno con nueces, pero la hay con avellanas, pasas, queso y estragón y hasta chocolate, que no me gustó tanto.
Cuando el presidente Trump visitó el Vaticano- hay que recordar que su esposa, Melanie, es de origen esloveno-, el Papa les preguntó por el potica ... Algunos traductores dijeron que les había preguntado por la pizza !.
Si el potica tiene forma de brazo se parece al famoso Strudel de Austria, Alemania, Hungría, etc. De hecho la pastelería eslovena se beneficía de la fenomenal repostería de estos vecinos- Hungría, Austria, etc ...-. El mismo pastel es llamado povitica en Serbia y Croacia, beigli en Hungría, gubana, gibanica, orahnjača y orehnjača también en Serbia, orechovník en Eslovaquia, strucla orzechami en Polonia, banitsa a Bulgaria- si bien, en este caso, es algo diferente- . El delicioso beigli que comí una Navidad en Hungría, aparte de nuevos, tenía semillas de adormidera, un ingrediente que también se utiliza en Chequia, Eslovaquia, etc.
Ingredientes
1 kg de harina
30 g de levadura
3-4 yemas (según el tamaño de los huevos)
300 cl de leche comleta
120 g de mantequilla
1/2 cucharita de sal
2 cucharas de azúcar
grasa para el molde (mantequilla, margarina...)
Relleno:
 600-700 g de nueces
 200 g de miel
 50 g de azúcar
 15 cl de Leche (aproximadamente)
1 huevo, canela, un poco de ron o aguardiente
Elaboración
Preparar la masa en un lugar caliente. Mezclar la harina con una cucharita de sal y mezclar la levadura con una cucharita de azúcar, 2 cucharas de harina y 5 cl de agua templada o leche. Dejar levar en un lugar cálido.
En medio de la harina en forma de volcán hacer un agujero y verter dentro los huevos batidos, la levadura, la mantequilla derretida y el azúcar. Durante el proceso de la mezcla verter poco a poco la leche templada.
 Batir 15 minutos o hasta que ya no se formen burbujas y la masa de despegue del recipiente. Esparcir la harina sobre la masa, cubrir con un trapo y dejar reposar y levantar en un lugar caliente.
Para la preparación del relleno, escaldar con la leche endulzada las nueces desmenuzadas o molidas. Calentar la miel hasta que sea líquida. Añadirla a las nueces y mezclar con la canela. Dejar enfriar el relleno y después añadirle uno o dos huevos y mezclar suavemente.
Estirar la masa a ½ cm de grosor y untar con el relleno aún caliente. Enrollar apretando y poner sobre la bandeja de horno, previamente engrasada. Dejar levar lentamente la potica. Va a subir un poco más  en el horno.
Antes de poner la potica en el horno, untar la parte de arriba con el huevo batido. Hornear durante una hora (160/180º) y cuando esté hecha dejar enfriar en el molde durante 15 minutos. Si se desea, esparcir azúcar por encima.
Notas
Yo prefiero  el azúcar glas.
Se le pueden añadir semillas de opio o adormidera.
Para servirlo, se corta a rebanadas. Muy bueno con cafè o vino de postres.

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