Barcelona a la carta
PLATOS DE CATALUÑA
Entrar en cualquier restaurante barcelonés puede ser una experiencia, como veremos, muy gratificante. De entre los numerosos productos y platos de la cocina catalana o de otras procedencias, podemos confeccionar una carta imaginaria -o real- muy atractiva. Una carta que, naturalmente, va cambiando según las estaciones o las ofertas del mercado, especialmente en lo que atañe a las verduras y pescados.
Podemos encontrar restAurantes de cocina tradicional y de mercado, grandes restaurantes de autor, restaurantes que practicans la fusión, temáticos y de totos les estilos del mundo (asiáticos, latinoamericanos, norteamericanos, europeos, etc.).
En primavera nos deleitaremos con una de las grandes especialidades , las habas tiernas- las Faves a la catalana o habas estofadas, con perfume de hierbabuena y butifarra, el reputado embutido catalán. A partir de estos productos, también la cocina creativa nos ofrece ensaladas, terrinas y combinaciones insólitas. Los guisantes estofados- sobretodo si son de Llavaneres- son una auténtica delicia (Pèsols estofats).Podmeos disfrutar de agunas setas salvajes, gloria de la cocina catalana, sin esperar al otoño (rovellons, ous de reig, múrgoles, ceps, rossinyols, moixernons, camasecs, llenegues, con nombres a veces difícilmente traducibles).
El verano es un tiempo excelente para el marisco y el pescado de roca con platos con todo el sabor medierrráneo como la Zarzuela (Sarsuela) o el Suquet (guiso de pescado). Tambíen algún plat de “mar y montaña” (mar i muntaya), que tanto renombre y originalidad dan a la cocina catalana: por ejemplo, Sépia amb mandonguilles o Calamars farcits (sepia com albóndigas de carne o calamares rellenos de carn).
El Otoño nos ofrece la ya conocida Samfaiana- versión catalana de la Ratatouille provenzal- o la estupenda Escalivada (ensalada de pimientos, berenjenas, etc, asados), aunque ahora se encuentran todo el año y de las que los jóvenes cocineros hacen versiones creativas- mousses, etc-. Una tapa deliciosa es la tostada con samfaina y anchoas (Torrada amb samfaina i anxoves).
Propia de invierno es la Escudella i carn d' olla, un suculento cocido catalán, que se parece al portugués (el caldo suele llevar arroz, o tambéin "galets"), aunque la charcutería difiere de la española o portuguesa (no hay ni chorizo ni morcilla). El Trinxat (col con patatas y tocino) es un plato de origen rural que está presnete también en los restaurantes creativos.
Y en todo tiempo podemos deleitarnos con platos tan tradicionales como los Espinacs a la catalana (espinacas con pasas y piñones), la Botifarra amb mongetes (salchicha catalana con alubias; insuperable si son “del ganxet”, con IGP) el Arròs Parellada(paella barcelonesa sin huesos ni espinas), el Arròs negre (arroz negro), los Fideus a la cassola o la Fideuà, los Macarrons gratinats (macarrones al estilo catalán, con carne), los Canelons (canelones catalanes), la Oca amb peres (ganso con peras), el Ànec amb naps (pato con nabos negros), el Fricandó de ternera, el Bacallà a la llauna (bacalao al horno, típicamente barcelonés). Sin olvidar guarniciones o entrantes como las anchoas curadas de l' Escala o deliciosos postres (Crema catalana, Mel i mató, etc.). Por tora parte, la pastelería y la chocolatería catalans tienen un prestigio universal: cocas, braç, tortell, sara, bombons de músic...
Un consejo final: no pidan nunca Pa amb tomàquet (pan con tomate a la catalana) si no están seguros de la calidad de los ingredientes y, sobretodo, si no está recién hecho. Por otra parte, nunca se come solo: se acompaña con jamón, embutidos catalanes como el fuet, la llonganissa (nada que ver con la longaniza), la botifarra (blanca, de hígado, de lengua, de huevo, negra...), el bull, etc. (se excluye el chorizo), tortilla a la francesa o de otro tipo, anchoas, atún, pescado frito, lomo, etc.
miércoles, 20 de junio de 2007
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