lunes, 14 de julio de 2008

UN BACALAO DE COJONES

LA LENGUA EXPLICA LA COCINA
Hay una gran tradición, en cierto país, de destrucicón de lengua, de glotofobia; por eso se persiguen, se prohiben, se impone una llamada “lengua común” (o imperial), sus intelectuales, académicos y medios firman manifiestatos, etcc: algunas naciones tienen en su seno una síndrome serbia (o francesa).
Está arcchiirepetido que una lengua es una visión del mundo, al que da nombre; su desaparación es un daño irreparable, mucho meros que el de una franja de la selva amazónica. Son un patirmonio cultural y humano, que nos enriquece a totos- incluso a los pobre monolingües-.También da nombre a la cocina.
Así la brandada provenzal: nombre que en francés no quiere decir nada. Pero sí en occitano y catalán (lengua paralelas): “brandar” es mover un badajo; o sea, mover la mano de mortero, ambos un símil sexual, que es lo que pasa cuando se elabora este plato- que siempre han hecho los hombres.- Un plato de “exococina”, como diría el antropólogo Le´vi-Strauss.Por eso otros nombres populares del mismo son “Bacallà a la grandi colloni” (Cataluña), “Baccalà a la grand coiun” (Liguria), “Sacsacollons” (“menea cojones”, en el Pais Valenciano). Nombre que no se pueden entendre- ni entender la génesi del plato- si persistimos en la cuestión de imponer una sola lengua imperial, que impide la conservació de otras. Por cierto, un plato de la misma familia, en la Mancha, se llama “Atascaburras”.

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